Promover la autonomía ayuda a prevenir la violencia sexual.

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La violencia sexual se puede evitar en un 100%, y todos cumplen una función en esa prevención.

Respetar y reconocer la autonomía de los demás (la manera en que toman decisiones sobre ellos mismos y su cuerpo) es un factor de protección contra la violencia sexual. Un factor de protección es algo que hace que la violencia sexual sea menos probable.

La autonomía significa que las personas pueden tomar sus propias decisiones sin la presión externa, y que las demás personas respeten esas decisiones. 

Cuando hablamos de autonomía y violencia sexual, muchas veces nos estamos refiriendo al consentimiento y a respetar las decisiones de una persona durante el sexo. Pero también existen maneras en que podemos respetar la autonomía de una persona en nuestra vida cotidiana, ya sea en el trabajo, en el hogar, en la escuela o en cualquier lugar entre medio.


En el trabajo

En nuestra realidad socialmente distante, algunas personas usan las conferencias virtuales más que nunca. Cuando programe una reunión, pregunte al otro si se siente cómodo usando una cámara o si prefiere una llamada telefónica. Permita que el otro decida qué lo hace sentir bien.


En la escuela

Es divertido tomar fotos con amigos. Es una manera de compartir recuerdos con las personas que nos importan. Pero es posible que algunas personas no quieran que se publiquen ciertas fotos en Internet por motivos de privacidad o de otro tipo.

Antes de publicar una foto en las redes sociales, primero pregúnteles a sus amigos si están de acuerdo con que las comparta.


En casa

Es normal querer demostrarles a nuestros seres queridos que nos importan. Pero también está bien establecer límites para uno mismo, y es importante respetar los límites de los demás. Preguntar “¿Puedo abrazarte?” permite que sus amigos y familiares establezcan sus propios límites.

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